El sol alumbra: ya en los aires miro
La copa amarga: ya mis labios tiemblan,
-No de temor, que prostituye,- de ira!...
El Universo, en las maà±anas alza
Medio dormido aàºn de un dulce sueà±o
En las manos la tierra perezosa,
Copa inmortal, donde
Hierven al sol las fuerzas de la vida!-
Al nià±o triscador, al venturoso
De alma tibia y mediocre, a la fragante
Mujer que con los ojos desmayados
Abrirse ve en el aire extraà±as rosas,
Iris la tierra es, roto en colores,-
Raudal que juvenece, y rueda limpio
Por perfumado llano, y al retozo
Y al desmayo después plà¡cido brinda!-
Y para mà­, porque a los hombres amo
Y mi gusto y mi bien terco descuido,
La tierra melancà³lica aparece
Sobre mi frente que la vida bate,
De làºgubre color inmenso yugo!
La frente encorvo, el cuello manso inclino,
Y, con los labios apretados, muero.