Esplendà­a su rostro: por los hombros
Rubias guedejas le colgaban: era
Una caricia su sonrisa: era
Ciego de nacimiento: parecà­a
Que veà­a: tras los pà¡rpados callados
Como un lago tranquilo el alma exenta
Del horror que en el mundo ven los ojos,
Sus apacibles aguas deslizaba:-
Tras los pà¡rpados blancos se veà­an
Aves de plata, estrellas voladoras,
En unas grutas pà¡lidas los besos
Risueà±os disputà¡ndose la entrada
Y en el dorso de cisnes navegando
Del ciego fiel los pensamientos puros.

Como una rama en flor al sosegado
Rà­o silvestre que hacia el mar camina,
Una afable mujer se asomಠal ciego:
Temblà², encendià²se, se cubriಠde rosas,
Y las pà¡lidas manos del amante
Besಠcien veces, y llenಠcon ellas:-
En la misma guirnalda entrelazados
Pasan los dos la generosa vida:
Tan grandes son las flores, que a su sombra
Suelen dormir la prolongada siesta.

Cual quien enfrena un potro que husmeando
Campo y batalla, en el portal sujeto
Mira, como quien muerde, al amo duro,-
Asà­, rebelde a veces, tras sus ojos
El pobre ciego el alma sujetaba:-
-«Oh, si vieras! -los necios le decà­an

Que no han visto en sus almas -oh si vieras
Cuando sobre los trigos requemados,
Su ejército de rayos el sol lanza,
Cà²mo chispean, cà³mo relucen, cà³mo,
Asta al aire, el hinchado campamento
Los cascos mueve y el plumà³n lustrosos.
Si vieras cà³mo el mar, roto y negruzco
Vuelca al barco infeliz, y encumbra al fuerte;
Si vieses, infeliz, cà³mo la tierra
Cuando la luna llena la ilumina
Desposada parece que en los aires
Buscando va, con planta perezosa,
La casa florecida de su amado.
-Ha de ser, ha de ser como quien toca
La cabeza de un nià±o!-
-Calla, ciego:
Es como asir en una flor la vida».

De sàºbito vio el ciego; esta que esplende,
Dijéronle, es la luna; mira, mira
Qué mar de luz: abismos, ruinas, cuevas,
Todo por ella casto y blando luce
Como de noche el pecho de las tà²rtolas!
-Nada mà¡s? -dijo el ciego, y retornando
A su amada celosa los ya abiertos
Ojos, besà²le la temblante mano
Humildemente, y dà­jole:
-No es nueva,
Para el que sabe amar, la luz de luna.