Una mora de Trà­poli tenà­a
Una perla rosada, una gran perla:
Y la echà³ con desdén al mar un dà­a:
-«¡Siempre la misma! ¡ya me cansa verla!»

Pocos aà±os después, junto a la roca
De Trà­poli... ¡la gente llora al verla!
Asà­ le dice al mar la mora loca:
-«¡Oh mar! ¡oh mar! ¡devuélveme mi perla!»